Administrando su dinero después del matrimonio

Administrando su dinero después del matrimonio

El verano se acerca rápidamente. ¿Y con él? La temporada de bodas. Con la perspectiva de la unión, viene la posibilidad de combinar las finanzas. Si bien la idea de tratar de cuentas bancarias conjuntas e hipotecas podría no ser el tema de conversación más entretenido que tendrá con su nuevo cónyuge, es algo que se necesita hacer. Después de todo, casarse no sólo significa que se enlazarán dos vidas diferentes y sus familias, pero tendrá que considerarlo como el enlace de dos cuentas bancarias, y con eso, dos niveles de deudas posible. Creemos que es siempre en su mejor interés echar un vistazo a sus finanzas antes de unirse en matrimonio.

Dejando a un lado el romance, por el momento

Es una desafortunada realidad que la tasa de divorcios en los Estados Unidos es de entre un 40-50%. Una gran cantidad de problemas maritales pueden atribuirse a problemas con las finanzas de una pareja. Por esta sola razón, dejar el romance a un lado y tener la conversación financiera con su pareja antes de unirse en matrimonio es algo muy apropiado para hacer.

Sin embargo, cada matrimonio difiere cuando se trata de cuestiones financieras. Debido a esto, la conversación financiera que cada pareja por casarse necesita tener también diferirá. Creemos que siempre es una buena idea, por lo menos, plantear estos asuntos antes de lidiar con la boda en sí. Después de todo, dependiendo de cómo quiere que su día especial luzca, usted podría estar gastando decenas de miles solo en la ceremonia y en la recepción. Nadie quiere cruzar el umbral del matrimonio sólo para estar de golpe atrapado bajo un montón de deuda.

Inicio del diálogo

Tener la conversación financiera antes de casarse puede ser difícil, especialmente cuando se trata de las cuestiones de tarjetas de crédito y la deuda que ambos puedan tener, o los saldos actuales de sus cuentas bancarias. Sin embargo, lo que usted necesita recordar es que usted se está casando y éstas son conversaciones que ustedes necesitarán tener juntos, una y otra vez. Debido a esto, es mejor simplemente arrancarse la venda de los ojos y dejar los temas incómodos fuera del camino antes de decir “Sí, acepto”. A continuación se presentan algunas preguntas que ambos deben considerar preguntarse si están nerviosos de tener la conversación sobre las finanzas antes de la boda:

  • ¿Cuánta deuda tienen los dos actualmente? Esto puede incluir deuda de tarjetas de crédito, préstamos personales, préstamos estudiantiles, etc.
  • ¿Están pensando en fusionar sus finanzas por completo? ¿Significa que desean abrir una cuenta conjunta? ¿O prefieren mantener sus cuentas separadas?
  • ¿Están buscando comprar una casa u otra propiedad una vez que estén casados?
  • Dada su situación financiera actual, ¿es una opción el pagar por una boda extravagante y cara?
  • ¿Es esa boda costosa más importante para usted que la compra de una casa?
  • ¿Están considerando tener hijos poco después de su matrimonio? Si es así, ¿cómo influirá eso en su situación financiera?

Si ustedes están considerando tomar el control de las finanzas personales y conjuntas antes de casarse, estas preguntas deben ayudarles a dilucidar este -a menudo difícil- tema.

Tener una relación saludable, financieramente hablando

Una vez que hayan contraído matrimonio, hay muchas maneras diferentes en las que ustedes pueden invertir y ahorrar su dinero con el fin de mantener una relación financiera saludable. Aquí hay algunos temas que ustedes deben considerar en su transición a la vida conyugal.

Asegurarse de que su dinero esté seguro

Digamos, en aras de la argumentación, que ambos tienen por lo menos los productos financieros básicos con los que trabajar antes de decidirse a casarse. Esto significa que cada uno tiene una cuenta de cheques regular, cuenta de ahorros, y posiblemente alguna forma de ahorro para la jubilación. Muchas parejas casadas deciden no unir estos activos al principio. Sin embargo, algunas buenas preguntas en las semanas siguientes a la boda pueden ser:

  • Suponiendo que van a estar viviendo en una casa juntos, ¿de qué cuenta se tomarán los pagos de la hipoteca o el alquiler?
  • ¿De quién será la cuenta para los pagos de servicios públicos?
  • ¿Qué pasa con los alimentos y otros artículos para el hogar?
  • ¿Los dos tienen coches? Usted puede decidir compartir un vehículo para ahorrar dinero. Si es así, ¿quién pagará por ello?

En el caso de todos estos gastos básicos, pero inevitables, la apertura de una cuenta bancaria conjunta es probablemente la mejor opción. De esta forma, podrán mantener separadas sus otras cuentas y depositar mensualmente una parte de sus ingresos en la cuenta conjunta para pagar las facturas necesarias.

Tener en mente sus metas financieras

Antes de decidirse a casarse, usted vivía por su cuenta y las metas financieras que tenía en mente en ese momento eran probablemente un poco diferentes de las que usted y su nuevo cónyuge van a establecer para ustedes mismos. Debido a esto, una de las mejores cosas que puede hacer para la parte financiera de su relación es dividir estos asuntos antes de casarse y hacer ustedes mismos un nuevo conjunto de metas financieras para alcanzar. Intenten preguntarse:

  • Para un futuro próximo, ¿cómo quieren que sean sus finanzas?
  • ¿Qué tal en el largo plazo? ¿Dónde quieren que esas finanzas estén en los próximos años?
  • ¿Qué es más importante? ¿Ahorrar para una casa? ¿Dejar de lado dinero para la jubilación? ¿O ahorrar dinero en un fondo de emergencia?

Haciendo un Presupuesto

Digamos que usted y su cónyuge han tenido todas las conversaciones financieras que necesitaban. Es hora de empezar a hacer un presupuesto y hacer sus sueños realidad. Lo primero que deben tener en cuenta, en este caso, es cómo ustedes suelen gastar su dinero. Recuerde, ustedes ahora están trabajando juntos para alcanzar sus metas financieras, por lo que necesitan estar de acuerdo cuando se trata de cómo desean ahorrar y gastar sus ingresos conjuntos. Piensen en las cosas que están dispuestos a eliminar de sus presupuestos iniciales para alcanzar esas metas. Sin embargo, una cosa que siempre debe tener en cuenta es que si uno de ustedes siente que está siendo acorralado sólo para satisfacer los deseos de su cónyuge, esto puede causar problemas en la relación.

Sean honestos el uno con el otro

Todos tenemos hábitos de gastos. Desafortunadamente, esos hábitos de gastos no son siempre sabios o eficientes. Tal vez usted es adicto a las compras en línea o le gusta gastar dinero en restaurantes elegantes en lugar de cocinar sus propias comidas. Sea cual sea su particular adicción financiera, es importante para la relación que su pareja sepa sobre ellas antes de decidir casarse. Los temas financieros pueden agravarse lo suficiente sin que necesariamente la deshonestidad sea parte de ellos. Si está en deuda, es mejor que deje que su futuro cónyuge lo sepa, en lugar de guardarlo como una sorpresa no deseada después de la boda.

No se case con su deuda

Casarse significa compartir todo. Significa ser dedicado y honesto hacia su cónyuge y comprometerse de manera que ambos sean felices cuando de finanzas se trata. Por estas razones, lo mejor que puede hacer es abordar de cabeza cualquier problema financiero, sobre todo cuando se trata de la deuda. Elimine las conversaciones incómodas del camino, y disfrute de su matrimonio de la forma en que se supone que se disfruta.


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